
Los brackets cerámicos están compuestos de abrazaderas que simulan el color de la dentadura, razón por la cual son bastante menos perceptibles que los frenillos o brackets normales.
A simple vista no se advierten, a no ser que estemos frente a frente con una persona. Las piezas o sujetadores de cerámica se pegan a cada diente y de igual forma que con los brackets tradicionales.